lunes, 19 de agosto de 2013

La sistematización



La sistematización
Registrar, de manera ordenada, una experiencia que deseamos compartir con los demás, combinando el que hacer con su sustento teórico, y con énfasis en la identificación de los aprendizajes alcanzados en dicha experiencia.
La sistematización es aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explica la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí y por qué lo han hecho de ese modo.

 Características de la sistematización
Al igual que ocurre con la definición de sistematización, hay cierta variedad a la hora de señalar sus rasgos principales. Sin embargo, hemos identificado una serie de características comunes a todo ejercicio de sistematización. Antes de enumerarlas, cabe señalar que a toda sistematización le antecede una práctica. Sin que exista la vivencia de una experiencia no es posible realizar una sistematización.

a.      Proceso
La sistematización implica tener un itinerario preestablecido para llevar a cabo un proceso sobre el que se va construyendo. Este proceso de sistematización es tan importante como el resultado de la misma.
b.      Participativo
La sistematización es, por definición, un método que propone una dinámica participativa. Esto implica que se hade crear un espacio de trabajo donde compartir, confrontar y discutir las opiniones basado en la confianza de las personas participantes.
c.       Ordenar
La sistematización lleva implícito un ejercicio de organización, en base a un orden lógico, de los hechos y los conocimientos de la experiencia. Un forma de ordenar que permita llevar a cabo la interpretación crítica de la experiencia.




d.      Memoria histórica
El ejercicio de una sistematización permite recuperar la historia de la experiencia y mantener la memoria de la misma.

e.       Análisis e interpretación
Este es uno de los componentes básicos en toda sistematización. Una vez recuperada y ordenada la memoria histórica es necesaria una interpretación de la misma para poder objetivar la experiencia y así poder extraer los aprendizajes.

¿Para qué sistematizar?
            La sistematización surge por la necesidad de conocernos, darnos a conocer y cualificar las prácticas, esta como proceso de producción de conocimientos a partir de la práctica tiene utilidad porque:
·         Cualifica el conocimiento que tiene la práctica: se genera conocimientos
·         Cualifica la propia práctica: permite la retroalimentación y ayuda a vivenciar mejor la práctica y mejorar sus resultados.
·         Empodera a los sujetos que realizan la sistematización  al ser ellos los propios actores
La sistematización lleva implícito un ejercicio de organización con base a un orden lógico de los hechos y los conocimientos de la experiencia; una forma de ordenar que permita llevar a cabo la interpretación crítica de la experiencia, para ello es necesario:
·         Tener un registro ordenado de los hechos
·         Un orden y reconstrucción del proceso vivido
·         Y orden de los conocimientos desordenados y percepciones dispersas que surgieron en el transcurso de la experiencia
·         Obliga la recuperación de la memoria histórica y facilita el acceso a ella como método de trabajo
·         Revisar críticamente las practicas
·         Permite entender las practicas concretas como proceso histórico y dinámico


¿Quiénes sistematizan las prácticas?
ü  Personas que participan o participaron, los cuales se formulan preguntas y están interesadas en comprender y mejorar la practica
ü  Un equipo de personas que participaron de la práctica apoyados por personas  externas que asesoran , apoyan y facilitan el proceso
ü  Unas personas externas contratadas o interesadas en sistematizar una práctica concreta, en este caso quienes vivenciaron la práctica actúan como informantes y pueden apoyar los contactos con personas claves para la construcción de la práctica.

Objetivos de la sistematización
ü  Permite tener una comprensión más profunda de las experiencias que realizamos con el fin de mejorar la propia practica
ü  Compartir con otras prácticas similares a las enseñanza surgidas de la experiencia
ü  Aportar a la reflexión teórica y en general la construcción de teoría y conocimientos surgidos
ü  Permite una comunicación más fluida entre los procesos y los resultados de la intervención, facilitando confrontar experiencias particulares con otras de mayor trayectoria.
ü   
¿Cómo sistematizar una experiencia?
Una sistematización puede llevarse a cabo de múltiples formas, y además puede ser llevada a cabo por cualquier persona sin necesidad de ser especialista en la materia. Se propone el siguiente esquema:

1.- Punto de partida.
El primer paso consiste en partir de la propia práctica, es decir de lo que hemos hecho, lo que sentimos y lo que pensamos al respecto. Para ello es necesario:
a. Haber participado, lo que significa que solamente podrán sistematizar la experiencia quienes hayan formado parte de ella. Esto no implica que en su realización no se pueda contar con el apoyo de alguna persona externa a la experiencia.
b. Tener registros de las experiencias desarrolladas que nos sirvan, además de apoyo documental, como un testimonio de los hechos. El poder contar con información clara y precisa de lo sucedido es indispensable. Cuando hablamos de "registros" nos referimos a diarios de campo, apuntes personales, borradores de trabajos, papelógrafos producto de los trabajos desarrollados en los grupos, actas de las reuniones. También son de mucha utilidad las fotografías, grabaciones, filmaciones de vídeo, dibujos, etc. Todo ello servirá para reconstruir el momento tal y como fue.  

2.- Las preguntas iniciales.
Para iniciar una sistematización debemos empezar contestando a tres preguntas claves:
a. ¿Para qué queremos sistematizar?. Aquí debemos centrarnos en el sentido, la utilidad y el producto o resultado que esperamos obtener. Este punto estará directamente influenciado por el momento en el que se encuentre el grupo, sus preocupaciones, el ritmo de trabajo, etc.
b. ¿Qué experiencias queremos sistematizar?. Habrá que seleccionar experiencias concretas, delimitando el lugar, el tiempo y su desarrollo. Los criterios de selección pueden ser muy variados y dependerán de los objetivos que nos marquemos, de quiénes participen en la sistematización, del contexto donde se produjo la experiencia, etc.
3.- Recuperación del proceso vivido.
Consta de dos pasos:
a.- Reconstruir la historia. Consiste en recoger una visión global de los principales acontecimientos ordenados cronológicamente, para lo que será indispensable contar con registros de los hechos. Una posibilidad es reconstruir la historia a modo de cuento o narración.
b.- Ordenar y clasificar la información. Tomando como base el punto anterior, el siguiente paso es ubicar los componentes del proceso. Para ello será de gran utilidad usar lo que se llama  guía de ordenamiento, o lo que es lo mismo, un cuadro de preguntas que nos permita articular los aspectos básicos que más nos interesan.
4.- Análisis del proceso:
Este es el punto clave del proceso y consiste en interpretar de forma  crítica el proceso vivido. Ahora se trata de ir más allá de lo descriptivo, para lo que nos será de utilidad responder a la pregunta ¿Porqué pasó lo que pasó?
            Análisis, síntesis e interpretación crítica del proceso. Para ello se pueden realizar ejercicios analíticos y ubicar tensiones o contradicciones que han marcado el proceso. Con todos estos elementos es conveniente ver en conjunto todo el proceso, para elaborar una crítica a raíz de la práctica que hemos sistematizado.
5.- Los puntos de llegada:
Es la última etapa. Con ella volvemos al punto de donde partimos con la ordenación, reconstrucción e interpretación de la realidad, para lo cual:
a.- Tendremos que formular las conclusiones, obtenidas como resultado de la reflexión sobre los momentos anteriores. Las conclusiones podrán ser tanto teóricas, que nos permitirán poder formular hipótesis a través de la experiencia permitiendo generalizar, como prácticas, que además de enseñar nos permitan ayudar a mejorar y enriquecernos con otras experiencias.
b.- Comunicar los aprendizajes. Consiste en producir materiales que permitan compartir con otras personas lo aprendido. Esto es importante porque facilitará el efecto multiplicador a través de diferentes formas, como es a través de videos, gráficos, historietas, cuentos, radio-drama, etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario